Enamorada de... un ladron?

PARTE 6

Phineas e Isabella seguian comiendo mientras hablaban y se conocian un poco mas aunque la chica intentaba evitar las preguntas sobre su vida.

-¿De donde eres? - pregunto el pelirrojo.

-Pues... cuando mi madre estaba viva yo vivia en Mexico pero despues he viajado mucho y... preferiria no hablar de ello si no te importa es que lo he pasado bastante mal.

-Lo siento, no queria...

-No importa - le interrumpio la chica con una sonrisa para tranquilizarle - ¿Cuantos años tienes?

-16 ¿tu?

-Igual - contesto la chica sonriente.

-No se por que pero siento como si pudiera confiar totalmente en ti.

Esta frase hizo que la pelinegra se sintiera culpable. El confiaba en ella y ella le estaba mintiendo, bueno, todos los datos que le estaba dando sobre su vida eran verdad pero Isabella solo le estaba utilizando para poder acercarse a su casa y al ladron.

Al pensar en el ladron decidio sacar el tema para saber si el pelirrojo sabia algo.

-Oye Phineas, ¿has oido hablar sobre El Puma Azul?

-¿El Puma Azul? Es un rubi ¿no? Si, vi por la television que habia desaparecido ¿por que preguntas?

-No, por nada, solo era por hablar de algo, es que me parece increible que alguien pudiera robarlo, estaba rodeado de muchisima seguridad.

-No tanta, por lo que he oido solo habia 5 policias, 2 alarmas y rayos laser rodeandolo. Si eres un poco agil y flexible los rayos no son un problema, si eres cuidadoso las alarmas no suena y pueden haber dormido a los cinco policias habiendo puesto algo en su bebida.

Hasta ese momento Isabella no habia pensado en el pelirrojo como el ladron, parecia tan inocente... pero aquel discurso sobre lo facil que es robar la hacia sospechar. ¿Era posible que el chico simpatico, amable y divertido con el que habia pasado la tarde fuese en realidad un ladron?

-¿No lo habras robado tu? - pregunto la chica sonriendo fingiendo que bromeaba para ver la reaccion del pelirrojo.

-Yo creo que lo has robado tu, por lo que me has demostrado hoy en la piscina eres bastante agil y rapida, te hubiese sido facil robarlo - respondio el chico con otra sonrisa tambien bromeando.

La chica sonrio ocultando su preocupacion de que el pelirrojo del que no habia podido evitar enamorarse, fuese el ladron.

-Phineas, ¿tu y Ferb sois muy amigos? - pregunto Isabella cambiando de tema.

-Si, somos inseparables, se que al principio puede parecer un poco frio pero es que su madre tambien murio, por eso no le gusta hacerse amigo de mucha gente ya que tiene miedo de que si lo hace, acabara perdiendolas y sufriendo.

-Me imaginaba que habria pasado algo asi.

-¿Por que?

-Por su mirada, se puede saber mucho sobre una persona segun como te mira.

-¿Y que te dice mi mirada?

Isabella empezo a mirar los ojos del chico y se perdio en ellos, decidio decir algo para no quedar como una boba asi que empezo a decir lo que se le ocurria al ver aquellos ojos.

-Pues... me dicen que eres un chico alegre, divertido, amable, positivo, simpatico, atractivo...

-¿Atractivo? - pregunto el pelirrojo con una sonrisa.

En ese momento Isabella se dio cuenta de lo que habia dicho y empezo a pensar algo para poder disimular su pequeño descuido.

-Bu... bueno yo... a mi me parece que... es que tus ojos son bonitos y...

-Gracias - interrumpio Phineas sonriendo mientras cogia un poco de comida.

La chica le devolvio la sonrisa y se tranquilizo un poco aunque no del todo ya que solo la presencia del chico la ponia nerviosa.

-¿Tienes hermanos? - pregunto el chico.

-Tenía, se llamaba Alex, era cuatro años mayor que yo. Murio en un accidente de coche junto a mi madre.

-No paro de meter la pata. No deberia haber preguntado.

-Tranquilo, como ya te he dicho me he acabado haciendo la idea de que no volvere a verle. Estoy segura de que nunca lo superare y que siempre me pondre triste al recordarle pero me he acostumbrado a esa sensacion.

Despues de lo que Isabella habia dicho, Phineas no pudo evitar levantarse de su silla y darle un abrazo a la joven para consolarla un poco. La pelinegra no pudo evitar que una lagrima le cayera, realmente queria mucho a su hermano mayor.

Cuando Phineas se separo la miro a los ojos con una sonrisa tranquilizadora y vio como la lagrima que la chico habí­a dejado escapar seguia sobre su mejilla asi que se la seco con el pulgar.

-De verdad que lo siento, no debi haber preguntado - se disculpo el joven.

-No importa, a veces es bueno habla de estas cosas - contesto Isabella con una sonrisa forzada.

-Tengo que irme a casa, se esta haciendo tarde y mi mama me regañara si no vuelvo pronto.

-Claro, nos vemos mañana.

-Adios, y recuerda que mañana tienes que venir a comer a nuestra casa.

-No lo olvidare - contesto la chica sonriendo.

Phineas salio de la casa de la pelinegra y se dirigio hacia la suya bastante sonriente. Aquella tarde, aunque no hubiese hecho ningun proyecto, habia sido de las mejores de su vida.